Su producto final (lo tangible dentro de la intangibilidad de la planificación estratégica urbana) es una batería de proyectos o líneas de actuación cuya ejecución desemboca en la ciudad que queremos ser.
Por ello, muchos de los proyectos (adaptados a las diferentes coyunturas políticas, económicas, sociales…) evolucionan y no existe una línea divisoria entre los proyectos del primer plan y los proyectos que incorpora el segundo plan estratégico sino más bien, una vinculación, conexión. Se produce, por tanto, una continuidad, una reinvención o una adaptación a las situaciones.
Proyectos de ciudad
En este apartado abordamos algunos de los proyectos más relevantes para la ciudad. La clave es entender que son proyectos de ciudad en el más amplio sentido de la palabra: algunos de ellos se incubaron en la Oficina de Estrategia, otros forman parte de la estrategia de ciudad, de territorio o de país, y, otros son importantes para la ciudad aunque no tengan una vinculación directa con el trabajo de la Oficina de Estrategia.
En cualquiera de los casos, todos ellos son clave para la ciudad que queremos ser.