La conmemoración del Bicentenario 1813-2013 ha llegado a su ecuador con un programa formado por más de 400 propuestas ciudadanas, en las que se incluyen actividades culturales, académicas, conmemorativas, deportivas, gastronómicas, teatros y recreaciones históricas basadas en los valores que inspiran esta efeméride: recordar, dar a conocer, conmemorar y seguir construyendo ciudad, al igual que hace 200 años un grupo de donostiarras, movido por su espíritu cívico, valiente y decidido decidió levantar la ciudad de sus cenizas. Una ciudad que hoy es Capital Europea de la Cultura 2016.
Entre las actividades recientes más llamativas destaca el espectáculo audiovisual o mapping, que congregó a finales de junio a miles de personas en Alderdi Eder. Mediante las técnicas más novedosas, se proyectó sobre la fachada del ayuntamiento la historia de la ciudad desde que en 1813 fue destruida en el contexto de las Guerras Napoleónicas. Un espectáculo pionero y llamativo, como la concentración de embarcaciones tradicionales y actuales de vela y remo que en julio han surcado la bahía de la Concha.
Se trata de un programa intergeneracional y participativo, con muy buena acogida, tanto por la ciudadanía donostiarra como por las personas que nos visitan, tal y como explica el Alcalde de la ciudad, Juan Karlos Izagirre: “El Bicentenario sirve para que los y las donostiarras aprendan su pasado, se unan y construyan, como se ha hecho desde hace doscientos años, su ciudad. Y esto es un atractivo para los y las turistas, que saben que son bienvenidos/as a Donostia, por eso vienen cada vez más, a pesar de la crisis. Uno de los aspectos que más valoran son las personas y la identidad y vida que dan a esta ciudad”.
El Bicentenario, además, está acogiendo la edición de varias publicaciones, documentales, exposiciones… De hecho, uno de los pilares de esta conmemoración es el programa académico, que se puso en marcha en marzo junto a Eusko Ikaskuntza y la UPV/EHU, y que durante estos meses ha ofrecido conferencias, encuentros intergeneracionales, visitas guiadas y una lectura pública. En agosto habrá dos cursos de verano, cuya matrícula está abierta.
Su punto álgido será el 31 de agosto, fecha en la que hace 200 años las tropas aliadas entraron en la ciudad a través de la brecha abierta en la muralla y en la que la ciudadanía donostiarra rendirá homenaje a todas aquellas personas que han construido la ciudad que es hoy en día. Los actos serán especialmente emotivos e incluirán, entre otras actividades, el tradicional encendido de velas, la representación histórica y teatral, un repique de campanas o la eucaristía. Para ir calentado motores, el viernes 30 habrá varios espectáculos: la actuación del Orfeón Donostiarra en Santa María, un concierto de acordeones en San Vicente, la actuación de Kresala junto a Verdini Dantza Taldea en el paseo Nuevo y un concierto de la Orquesta Sinfónica de Euskadi en la plaza de la Constitución.
Unos días más tarde, ya en septiembre, Zubieta será el epicentro del Bicentenario, lugar simbólico donde en 1813 se firmaron las Actas que impulsaron la reconstrucción de Donostia/San Sebastián.