En la sesión organizada por el Consejo Social de Donostia / San Sebastián y dirigida por Eva Monente, la principal conclusión ha sido que a pesar de que la calidad del aire de la ciudad es buena, aún hay un margen considerable de mejora. "En general, los distintos parámetros que se miden para determinar la calidad del aire siguen mejorando porque los vehículos, que son el principal origen de estos contaminantes por el consumo de gasoil y gasolina, han descendido sus emisiones con las normativas que se han ido estableciendo", ha explicado Benaito.
En ese sentido, la recomendación de la Organización Mundial de la Salud fue modificada en el año 2021 para establecer límites más estrictos. Y es que, según señala Benaito, “Nuestro margen de mejora también depende de la tecnología, la economía, y en definitiva, de lo que estamos dispuestos a hacer. Porque el conocimiento científico avanza, y hay cosas que antes no éramos capaces de analizar, pero ahora sí podemos hacer”. Por ello, están elaborando un plan climático sobre la calidad del aire que tendrá como objetivo llegar a los parámetros que la OMS recomienda; se considera que así se podrán evitar hasta 200 muertes prematuras en la ciudad.
Cabaleiro, por su parte, ha hecho mención a las crisis industriales que cerraron muchas empresas, lo cual derivó en la mejora de los ríos y la contaminación atmosférica: “Las acerías eran importantes fuentes de contaminación, pero a día de hoy, las que no han desaparecido han mejorado muchísimo, por lo que la situación ha cambiado considerablemente”. Actualmente, la principal causa de contaminación de la ciudad es el tráfico, y en opinión de Cabaleiro, “la solución está en nuestras manos”.
Para Müller, la solución parte del cambio de mentalidad de cada uno de nosotros: “Pensamos que lo que hacemos no influye, pero sí lo hace, tenemos ese poder, y podemos hacer pequeñas cosas para mejorar”. Además, cree que los y las jóvenes están más concienciados porque tienen acceso directo a mucha información y están sufriendo de forma más directa las consecuencias de la crisis climática.
Otros tipos de contaminación
Además del tráfico, desde el Departamento de Salud y Medioambiente del Ayuntamiento, hacen seguimientos especiales en la fábrica de cemento de Añorga y las instalaciones de Zubieta. Y en relación a la contaminación acústica, se han desarrollado los mapas de ruido y planes de mejora del ambiente sonoro. Según explica Benaito, “Los mapas se hacen mediante programas de ordenador en base al tráfico y geometría de las calles. Gracias a ellas podemos controlar la afección del ruido a las viviendas y a la población que está expuesta a ellos”.
En nuestras manos
Preguntados sobre qué podemos hacer para mejorar la situación actual, Müller destaca la importancia de adquirir conciencia en todos los aspectos de nuestra vida: qué compramos, cómo lo hacemos, cómo lo cuidamos, utilizamos, reciclamos… “Tenemos que darle unas vueltas a todo esto para ser más sostenibles”. Benaito, en cambio, ha querido poner el foco en la importancia de que la ciudadanía y las administraciones trabajen de manera conjunta: “Vivimos en una sociedad muy compleja donde tenemos normas para todo: para el tráfico, la seguridad de los productos, los alimentos… Tenemos que poner unos objetivos y cumplirlos, porque las normas hay que cumplirlas”.
Para finalizar la charla, Begoña ha querido enviar un mensaje a los y las jóvenes: “Os estamos dando esa responsabilidad, y creo que no lo tenéis que hacerlo solos. Además, tenéis que despertar políticamente y reivindicar mucho más, para así conseguir que los que hemos causado el problema nos hagamos responsables de su solución”.
Tenéis disponible en ESTE ENLACE la sesión completa.