El debate del Consejo Social celebrado ayer, 15 de febrero, en el programa Hoy por hoy San Sebastián de la Cadena SER se centró en la bajada de la natalidad de la que tanto se habla en nuestra sociedad, partiendo de la realidad de Donostia / San Sebastián. En ella intervinieron como expertos Unai Martín, profesor del Departamento de Sociología y Trabajo Social de la UPV/EHU y miembro del Grupo de Investigación en Determinantes Sociales de la Salud y Cambio Demográfico OPIK; Vicenta Gimenez, psicóloga sanitaria y especialista en Reproducción Asistida en Hospital de día Quirónsalud San Sebastián; Arrate Echezarreta, miembro de la Asociación de Familias Numerosas de Euskadi (HIRUKIDE) y miembro del Consejo Social del Ayuntamiento de Donostia / San Sebastián; y Markel Ormazabal, concejal de EH Bildu del Ayuntamiento de Donostia / San Sebastián, sociólogo y miembro del Consejo Social del Ayuntamiento de Donostia / San Sebastián.
Los datos son esclarecedores: Gipuzkoa tiene una de las tasas de natalidad más bajas de la Unión Europea y el aspecto de la pirámide demográfica ha cambiado notablemente en las últimas décadas. La edad media en la que las mujeres tienen su primer hijo o hija es de 35 años, precisamente, a la edad en la que la fecundidad comienza a disminuir significativamente. San Sebastián superó por primera vez la barrera de los 188.000 habitantes en el 2019, pero la natalidad ha descendido en 6,6 puntos con respecto al 2018 y la caída es del 20% respecto a la década anterior.
Martín, por su parte, asegura que la decisión de tener hijos, aunque parezca personal, es totalmente social, que a veces no somos conscientes de la influencia de las estructuras sociales sobre esas decisiones que creemos individuales. «Hay un cambio cultural que hace que la natalidad sea menor que en otra época, pero vivimos en una sociedad tremendamente antinatalista, que no facilita tomar esa decisión y que la posterga. Lo que nos diferencia de otros lugares es la transición del primero al segundo, que está relacionado con cuándo se tiene el primero».
En relación a la fertilidad, Giménez lo tiene claro: estamos lanzando mensajes equivocados. «Mensajes como Los 40 son los nuevos 30 son erróneos. Sería muy fácil cambiar el sistema desde los centros de atención primaria, para que cuando las mujeres acudan a sus revisiones ginecológicas, también se analice la fertilidad. Porque la edad biológica idónea para tener hijos es entre los 20 y los 30. Y lamentablemente, la edad media de las mujeres que acuden a los centros de reproducción asistida es de 38 años».
Sobre la difusión de mensajes, en palabras de Ormazabal, la idea de aprovechar la juventud está muy arraigada entre los jóvenes, pues lo escuchan constantemente, pero después ven que la pirámide demográfica se está volteando y se ponen nerviosos. «Los factores estructurales que nos llevan a esta situación son cada vez más claros. Y en esta ciudad, dos de los problemas principales son la falta de estabilidad y de vivienda. Y las políticas que se están implantando lo dificultan aún más».
En este sentido, Martín ha querido hacer una aclaración: «Cuidado con los mensajes catastrofistas en relación a la natalidad. Tenemos un régimen demográfico muy eficiente, y en la situación actual, no es necesario tener tantos hijos». Ante la tendencia a vincular la natalidad y las pensiones, también se ha mostrado muy crítico, recordando que las pensiones dependen de los contribuyentes. «Otra cosa es que nos encontramos con situaciones de fecundidad no satisfecha». «Un hijo es una gran inversión, algo que no puedes cambiar, que siempre estará ahí», ha recordado Gimenez. «El mayor problema es cuando quieres tenerlos y no puedes. Y es entonces cuando recibimos a mujeres que nos dicen que a ellas nadie les avisó de que no podrían tener hijos, porque se les dice que pueden ser madres a partir de los 35».
Echezarreta asegura que es fundamental que la administración apoye la decisión de los ciudadanos que quieren tener hijos. «Está bien que haya una ayuda como el Cheque bebé, pero el problema es que se acaba cuando el hijo o hija cumple seis años, como si ya no hubiera más gastos. La gratuidad de las escuelas infantiles sería otra medida importante que ayudaría en la conciliación, o la flexibilidad de los horarios de trabajo. Lo conveniente sería que todas las normativas tuvieran esa perspectiva familiar».
Podéis escuchar el programa completo en el siguiente ENLACE a partir del minuto 54.