Por ello, las conclusiones que aquí se recogen (una síntesis, realmente, de ellas) son el punto de partida hacía ese nuevo modelo y responden al trabajo realizado por los relatores de cada uno de los laboratorios. Ellos y ella han llevado a cabo un ejercicio de conjunción, armonización, aglutinación, compaginación de las ideas, propuestas y acciones planteadas por los y las participantes en este congreso.
ENTORNO NATURAL. JAVIER PULDAIN
1.-Constatar que el llamado medio natural es un concepto amplio y ambiguo, muy cercano al de “naturaleza”; y que por lo tanto, inevitablemente, resulta proclive a un discurso y a una discusión muy global, “filosófica”, y eminentemente política. Por lo tanto, cualquier medida que se quiera tomar referida al medio natural (no a pequeños enclaves), será necesariamente política, afectará a grandes proporciones de territorio, y tendrá una importante repercusión en los modos de entender ese medio natural que nos rodea y en las maneras de vivir de la población en general (con una incidencia mayor para con la gente que viva en o próxima al medio natural).
2.-Verificar, así mismo, que la gestión de los pequeños proyectos sobre el medio natural (los casos prácticos del congreso) es muy compleja y minuciosa: afecta a elementos ambiguos, móviles, estacionales... muy difíciles de normativizar (fauna, carga ganadera, accesibilidad, plantaciones, cortas, cosechas, biodiversidad...). La plasmación de la gestión de estos ámbitos en normativa es extraordinariamente compleja. Por si fuera poco, en estos enclaves se suelen sobreponer habitualmente diferentes administraciones (habitualmente celosas de sus competencias).
3.-Concluir que la distancia entre, por un lado, esa manera global de entender el medio natural, de posicionarse políticamente acerca de él, y por otro, la gestión de esas pequeñas actuaciones habitualmente medioambientales (proyectos de protección del paisaje, PRUG Plan Regulador de Usos y Gestión, Reserva de la Biosfera, LIC Lugares de Importancia Comunitaria... ) es inmensa.
La gran pregunta que surge es si esos instrumentos de gestión (esos mismos? mejorados? simplificados? ) los que habrá que ir implementando a esas grandes áreas que la ciudad, en su “retirada” (en palabras de José Fariña), irá abandonando.
ENTORNO CONSTRUIDO. IZASKUN ASEGUINOLAZA y JAVIER MARTÍNEZ CALLEJO
En el entorno construido está aceptado un cambio de modelo. El modelo expansionista de décadas anteriores ha quedado obsoleto y debe dar paso a otro modelo más consciente de los tiempos que vivimos y de los errores que hemos cometido. En este sentido, el futuro del entorno construido se nos presenta definido por la reconversión, la regeneración y la rehabilitación urbana. Sin duda, una oportunidad para recuperar la estructura y la coherencia en nuestras ciudades, sin olvidar la necesidad de reconciliarnos con nuestro entorno natural. Además, el nuevo marco de la ciudad se caracteriza por la necesidad de dar respuesta a un entorno cada vez más urgente y cambiante.
Este es el escenario que quedó definido en el taller del entorno construido y sobre el que se trabajó para buscar ideas que proporcionen respuestas y soluciones a la problemática identificada. La nueva tendencia urbana de necesidad de reciclaje urbano deja patente que la legislación existente no es adecuada para responder a este tipo de actuaciones urbanas; la legislación exige lo mismo cuando se actúa en extensiones y en áreas consolidadas cuando queda claro que las actuaciones en el entorno construido son complejas y no pueden medirse por el mismo rasero. Por tanto, parece razonable exigir una redefinición de la legislación teniendo en cuenta la problemática existente en el entorno urbano en cuanto a la dificultad de conseguir estándares, financiarse y ceder aprovechamientos entre otros.
Posiblemente, esta redefinición de la legislación deberá proponer nuevos instrumentos. Se mencionan a continuación algunos de los que se indicaron en el taller: incentivación de fórmulas que propicien usos transitorios y/o alquileres en solares vacíos y sin actividad en manos privadas; incentivación de medidas fiscales para la puesta en marcha y/o utilización de este tipo de solares; promover y apoyar sistemas como el cooperativismo; utilizar sistemas de primas o de diferentes plusvalías según ámbitos; creación de un fondo común por áreas para la recuperación de solares; la eliminación de la posibilidad de clasificar nuevo suelo como urbanizable; establecer horquillas en lugar de estándares concretos; reclamar la función social del suelo frente al concepto de suelo unido a fuente de riqueza.
Además, la ordenación de los entornos urbanos debe guiarse por criterios renovados que respondan a una sociedad compleja. En este sentido, se aboga por planes que apoyen la diversidad y la complejidad urbana apoyando la mezcla de usos y la atención a lo local (donde cada ciudadano y ciudadana se reconozca y encuentre su sitio y donde se responda al entorno natural específico de cada lugar). No se puede olvidar el factor cambiante de la sociedad por lo que los criterios de ordenación deberán también tener en cuenta la flexibilidad de sus ordenaciones en cuanto a su definición formal, como del uso, así como de su gestión, asegurando que sus formas den lugar a un espacio urbano útil para cada momento y que puedan ser gestionados de diferentes formas de manera que no queden bloqueados.
Todo ello debe encontrar cabida en un sistema de planeamiento totalmente vinculado a la propiedad del suelo donde la administración que lo regula muchas veces no ha sabido imponer el interés común al enriquecimiento particular. Sin embargo, parece claro que el motor de este reciclaje urbano debe ser una administración pública responsable que debe, ante todo, asumir la defensa del interés común.
De todo ello se concluye que el reto que se presenta es completo , pero no cabe duda de que es, un buen momento para afrontarlo, hagámoslo.
ENTORNO SOCIAL Y POLÍTICO. KOLDO TELLERIA
Es necesario un cambio de paradigma para la acción y planificación urbana, para ello es imprescindible asumir un eje trasversal a los puntos que más adelante se enumeran; Introducir un punto de vista inclusivo, equiparando los roles productivos y reproductivos y trabajar desde una mirada holística, creativa y solidaria.
1.- Gestionar de la complejidad. Superar la visión simplista dentro de la planificación y acción urbana, ya que ésta no tiene en cuenta la complejidad de la vida. Tenemos que aceptar y aprender a gestionar la complejidad, de esta manera asumiremos la diversidad en todos los aspectos posibles y transformaremos desde la flexibilidad.
2.- Participación ciudadana de calidad. Para la acción y planificación de cualquier entorno es imprescindible un acercamiento sensible, viviendo la realidad del entorno desde la escucha y la mirada apreciativa. La participación se coloca en la base de la acción y planificación urbana y desde la misma se marcara la necesidad o no de la trasformación. La participación únicamente consultiva pierde todo sentido.
3.- El conocimiento e identidad local. Se realizarán acciones y planificaciones que impulsen la identidad y el conocimiento local. De esta manera se garantizará la diversidad, base para aumentar la resiliencia local y global. Para ello, se analizaran todo tipo de redes locales y se planeará impulsando éstas, buscando la autonomía productiva de cada entorno.
4.- Poner en valor la vida cotidiana. El planeamiento y la acción urbana se realizará desde la pequeña escala para llegar a la gran escala. Se impulsará el reciclaje y la reutilización y se evitarán las grandes transformaciones. Se planeará una ciudad de cercanía para primero cubrir las necesidades básicas para la vida.
5.- Desde lo individual a lo colectivo. Poner por delante lo colectivo ante lo individual. Recuperar la importancia de lo colectivo y dar un lugar a colectivos y grupos sociales organizados dentro de la planificación y acción urbana.
6.- La responsabilidad e importancia de lo público. Se ha visto que las acciones realizadas por la iniciativa pública han traído más ventajas sociales que las realizadas por la iniciativa privada. La administración pública tiene que asumir más responsabilidad y el protagonismo en la planificación y acción urbana.
Asimismo, se han realizado un gran número de propuestas para el cambio de paradigma. Los conceptos para un plan de acción se pueden resumir en: A corto plazo se ve la necesidad de educar, desde la universidad y desde encuentros y acciones directas para así llegar a socializar estos nuevos conceptos. Se propone reconocer o premiar a los movimientos sociales que han encaminado y sufrido la acción y planificación urbana.
A medio plazo se propone crear lugares de trabajo donde se encuentre la administración, las personas profesionales y la ciudadanía para poder trabajar conjuntamente. Se ve necesario compartir el conocimiento y los trabajos realizados en esta dirección y generar lugares para ello. Realizar pruebas piloto que conlleven una evaluación continua.
A largo plazo para garantizar este cambio de paradigma se pretende un cambio en la política y las leyes que garanticen una participación de calidad y equiparen el trabajo productivo y reproductivo.
ENTORNO DIGITAL. IBON SALABERRIA
En diferentes momentos y presentaciones del laboratorio surgió de manera reiterada la duda que cuestiona si lo smart es simplemente eficiencia. Más allá de las utopías y épicas de la modernidad que esconden intereses concretos, hoy sabemos que la tecnología no es suficiente. El necesario equilibrio entre los agentes que participan en el nuevo modelo de Ciudad Abierta debe evitar exclusiones así como permitir el anonimato o el derecho a no participar.
Las dos ideas fuerza que se extrajeron en el laboratorio fueron:
1.-La necesidad de un nuevo MODELO DE CIUDAD ABIERTA donde los datos, usos y espacios sean considerados como plataformas abiertas tanto en su concepción como en su gestión y desarrollo continuo.
2.-La importancia de la gestión de la participación en los procesos. MODELOS DE PARTICIPACIÓN que no generen exclusiones, sean capaces de gestionar diferentes grados de vinculación incluyendo también la necesidad del anonimato y el derecho a no participar. Se debe garantizar una simetría entre personas, administraciones y corporaciones.
Por último, se trabajaron diferentes propuestas para Donostia/San Sebastián:
La ciudad de los cuidados: La propuesta toma como eje temático el paulatino envejecimiento de la población. La hipótesis se centra en el cuidado de las personas mayores con problemas cognitivos. En la actualidad, la ciudad zonificada prevé espacios o edificios donde las personas que precisan de cuidados especializados son agrupadas o “confinadas”. El objetivo de la propuesta sería que la propia ciudad fuera un espacio de cuidados distribuidos para este sector de la población.
Se trataría de fomentar un proceso donde diferentes agentes del barrio formarán parte de una red de alertas que beneficien tanto a familiares como a comercios o instituciones. Si los comercios de proximidad participaran en la experiencia serían los primeros en detectar la ausencia de la persona “cuidada”. Esa alerta se visibilizaría en el escaparate de su comercio a través de una tecnología barata y sencilla: Un gommette del color o de forma determinada. Esta primera alerta estaría comunicada con los servicios sociales de la administración y con las familias. El éxito de la experiencia modificaría los programas de asistencia a domicilio. También haría visible la red de comercios de proximidad (comercios cuidadores) que fidelizan la clientela y conocen a las personas reales del barrio.
Este tipo de responsabilidad distribuida produce un cambio en los usos de la ciudad. En vez de generar espacios para la tercera edad en los extremos en intramuros se convierte en un uso cotidiano de cuidados distribuidos. Se trata de tejer redes de confianza y cuidado. El éxito de la experiencia daría paso a investigar y proponer prototipos e inputs tecnológicos que faciliten el proceso.
Espacios Lentos: Uno de los riesgos de la tecnología cada vez más evidente es la velocidad que introducen en el quehacer cotidiano. La sociedad de la inmediatez. Se propone la creación de una red de espacios donde huir de la inmediatez.
Formación: La necesidad de formar en el uso responsable de la tecnología, en ser conscientes de los datos que generamos y si simplemente nos convertimos en consumidores de tecnología o al contrario participamos en la creación de espacios críticos como usuarios responsables y emancipados. Se propone la reutilización de espacios existentes (Red de Kultur Etxeas) como plataformas para generar espacios con nuevas capacidades relacionadas con las tecnologías, la formación y los proyectos cooperativos.