La oficina de Estrategia de la ciudad será la organizadora del Encuentro Internacional de Ciudades destruidas por la Guerra. Una cita que se plantea en clave positiva y con miras al futuro para construir una nueva ciudadanía europea basada en el diálogo como forma de solucionar nuestros conflictos. El encuentro se desarrollará en el mes de octubre.
El alcalde, Juan Karlos Izagirre, la responsable de la Comisión Técnica Municipal que se encarga de coordinar el trabajo de los departamentos municipales y de elaborar la programación, Txuri Aranburu, y la responsable de la Comisión No Permanente, Miren Azkarate, participaron en la presentación.
La elaboración del programa se ha sustentado en tres pilares básicos.
Por un lado, están las numerosas propuestas (390 ideas y proyectos) realizadas por docenas de ciudadanas y ciudadanos y agentes (88, concretamente);
Por otro lado, la Comisión Técnica, que se encarga de coordinar el trabajo de los departamentos municipales y completar el programa de actividades;
Y la tercera es la Comisión No Permanente, que se reúne para buscar el acuerdo entre los grupos políticos.
Se han organizado actividades y actos de todo tipo: la publicación de varias obras, 12 exposiciones, 16 conferencias, foros, investigaciones y cursos, 27 conciertos y espectáculos de música y danza, 6 ciclos de visitas guiadas, 6 espectáculos audiovisuales, 5 actos de homenaje, 3 obras de teatro y recreaciones históricas, 8 actividades festivas, actividades directamente relacionadas con el 31 de agosto y el 8 de septiembre, una guía sobre la evolución del euskara en la ciudad durante estos 200 años, 2 juegos, actividades deportivas, gastronómicas y un Rompeolas o Olatu Talka.
El presupuesto del proyecto se divide en una partida de alcaldía de 800.000 € y una aportación añadida de los departamentos municipales de 416.000 €.
Para hacer frente al gasto, el Ayuntamiento está recabando el apoyo y colaboración de organizaciones públicas y privadas.
El objetivo de la conmemoración del año que viene es promover la cooperación y la ilusión entre la ciudadanía, y hacerle un homenaje, según subrayó el alcalde. “El 31 de agosto de 1813 fue un día de destrucción para las y los donostiarras pero la ciudadanía tuvo un valor increíble para superar aquella destrucción y construir una nueva ciudad. En el Bicentenario queremos ensalzar y reforzar esa voluntad e ilusión de seguir adelante juntos. Al fin y al cabo, seguimos construyendo Donostia todos lo días, gracias al trabajo, la ilusión y el orgullo de todas y todos y el Bicentenario será un homenaje para la ciudadanía en su conjunto. Un homenaje que volverá a promover la participación de las y los ciudadanos” destacó.