1912, fue un año crucial en el devenir de lo que hoy día es nuestra ciudad.
El Teatro Victoria Eugenia, el Hotel María Cristina, el Funicular de Igeldo, el Topo o “ferrocarril eléctrico a la frontera” y La Perla del Océano nacieron ese año. Por esa fecha, dos plazas de toros, la de Atocha y la de El Chofre, compartían ciudad.
Era otra época, pero entonces también se talaban grandes ejemplares de árboles e igual que sucede hoy día este hecho generaba gran malestar entre la ciudadanía, no tanto por qué existiera una concienciación medioambiental sino más bien porque dichos ejemplares eran “la honra de San Sebastián y envidia de los forasteros”.
Dos años antes, en 1910, el alcalde de la ciudad, Marino Tabuyo , en su discurso de toma de posesión, apuntaba la necesidad de fomentar riqueza en la ciudad a la vista de la situación de crisis y parálisis generalizada:
"Sufre San Sebastián una crisis por paralización en las construcciones y en los negocios.
La industria del forastero ha llegado a un punto tal que necesita mayores desenvolvimientos. Nos encontramos encerrados dentro de un círculo de hierro.
Nos hemos estado surtiendo del mercado de España, que ya no puede dar más de sí, pues gracias a la protección de las personas que nos la han dispensado ha conseguido San Sebastián que le visiten el número máximo de forasteros que del interior pueden favorecerle.
Es preciso entrar con nuevas energías, romper el cerco y formar nuevas etapas y nuevas estaciones que atraigan a los forasteros, que fomenten la riqueza y proporcionen movimiento en los negocios, venta al industrial y trabajo al obrero.
En el municipio de San Sebastián tienen representación todos los partidos políticos: todos tienen voz y voto.
Seguro estoy de que por grandes que sean las diferencias políticas que nos separen, todos colaboraremos en bien de San Sebastián, y teniendo esto por Norte y desechando rencillas y divisiones conduciremos al pueblo a la prosperidad y al progreso."**
El ayuntamiento tenía otras obras que acometer, como el voladizo del Paseo de la Concha, el tercer depósito de aguas, el Palacio de Justicia, el de Correos y Telégrafos e importantes reformas en escuelas, mercados, el hospital de San Antonio y la fábrica de gas.
No hay que olvidar que en 1912 la ciudad se preparaba para celebrar el primer centenario de la quema y reconstrucción de Donostia/San Sebastián.
El Club Cantábrico y la Sociedad de Fomento San Sebastian
El Club Cantábrico (fundado en 1891) reunía en su sede a empresarios y hombres de fortuna que suponían una parte importante de la actividad económica donostiarra y guipuzcoana.
Los socios de este selecto club vieron la necesidad o la oportunidad de dotar a la ciudad de nuevas infraestructuras y con ese objetivo constituyeron la Sociedad Fomento de San Sebastián, en 1902.
Obras impulsadas por la Sociedad Fomento de San Sebastián fueron la Plaza de Toros de El Chofre, el Hotel María Cristina y el Teatro Victoria Eugenia.
De la misma época aunque impulsadas por otras entidades fueron La Perla del Océano (que dado su mal estado hubo que derrumbar y volver a construir y que en la época era conocida, con sorna, como “El Perlón”), el Funicular y el Parque de Igeldo.
La ciudad se fue colmando poco a poco de nuevas infraestructuras, edificios modernos e innovadores para la época y lo siguiente fue llenar de contenido esas instalaciones.
En 1939 nació, la Quincena Musical, de la inquietud y el impulso de los hosteleros y comerciantes de la ciudad.
El objetivo era enriquecer la oferta turística de la temporada estival. Para ello, recogieron el testigo de la tradición musical que ya existía en la ciudad desde finales del siglo XIX y principios del siglo XX: el Conservatorio Municipal creado en 1879, el Orfeón Donostiarra, las orquestas del Gran Casino, los grandes artistas europeos que buscaron refugio durante la I Guerra Mundial en el Teatro Victoria Eugenia...
La Quincena Musical es el festival de música clásica más antiguo e importante del estado.
Le siguieron en 1953 el Festival Internacional de Cine, promovido también por un grupo de comerciantes locales, y que en su primera edición fue Semana Internacional de Cine.
Hoy día es el festival más lóngevo del estado y, sin duda, el más importante.
En 1966, nació de la mano del Centro de Atracción y Turismo el Festival de Jazz de San Sebastián. Su comienzo fue modesto, con una sesión dedicada a un concurso de grupos aficionados y otra a músicos profesionales. Fue suficiente para echar a andar con dignidad y para comprobar que existía en la ciudad un interés por esta música.
La suma de estos eventos culturales y de otros posteriores en el tiempo (Semana de Cine Fantástico y de Terror, Festival de Derechos Humanos…) es la que, hoy en día, hace de Donostia/San Sebastián una ciudad reconocida a nivel internacional, con un sitio en el mapa cultural, y que en cuatro años se convertirá en Capital Europea de la Cultura.
**Extracto del discurso del alcalde Marino Tabuyo obtenido de la Revista San Sebastián 2011/num1, monográfico dedicado a 1912.