¿Cómo diseñaste la moto de Valentino Rossi, en que te inspiraste?

Antes de comentar el diseño ganador debo decir que al principio empecé a hacer diseños en los que buscaba adaptar distintas formas a la moto siguiendo sus líneas estéticas y aerodinámicas pero no obtenía buenos resultados, por tanto, decidí dejar esa línea de trabajo y buscar una idea algo distinta, no sólo formas.

Después de mucho pensar y buscar coincidí con un libro de la estética psicodélica de los años sesenta que me gustó mucho como diseño y que representaba muy bien la personalidad de Rossi. Tras mucha investigación de esa estética y de las tipografías utilizadas decidí hacer un diseño tipográfico pero se me presentaba el problema de ¿cuál era el mensaje que iba a transmitir?, ¿qué palabras iba a utilizar para relacionar el mundo de las motos, Rossi y la Filosofía de los sesenta?

Al final me decidí por las palabras ROSSI, VALENCIA, MOTOGP y LOVE (en el colín de la moto) aunque la palabra Valencia se cambio por Repsol por motivos de márketing.

En cuanto a los colores utilicé los corporativos de Repsol (naranja, rojo, blanco y negro) y el amarillo característico de Rossi. En definitiva se consiguió una idea original y llamativa que dio pie a desarrollar un casco y un mono a juego para la ocasión al igual que una graciosa celebración por parte del equipo con pelucas y gafas muy de la época de los sesenta, del Flower Power.

¿Qué recuerdas del circuito de Cheste, donde Rossi lució tu diseño?

Este circuito ya lo conocía del año 2002 y me quedé con un recuerdo muy bueno tanto por la fiesta y el buen ambiente como por la competición pero en el 2003 todo fue muy distinto, el encontrarte allí como la persona que diseñó la moto de Valentino Rossi, el cinco veces campeón del mundo, es algo difícil de imaginar. La gente tanto de Repsol como de Motociclismo fueron muy amables y estuvieron pendientes en todo momento y el hecho de ser felicitado por todo el mundo hasta por el mismo Valentino al igual que estar metido en ese mundo desde dentro fue una experiencia que no se me olvidará.

¿Qué premios has recibido? ¿De qué momento guardas un mejor recuerdo?

Bueno, el concurso del diseño de la moto de Rossi es el primero que gano aunque he estado cerca en otras ocasiones como en el 2002 que quedé segundo finalista en el diseño de cartel de las Fiestas de San Marcial de Irún y tercer finalista en el diseño del casco del piloto español Fonsi Nieto. En el 2003 me presenté, a parte del diseño de la moto de Rossi, al diseño del “Flyer del Año del Diseño” de Barcelona en el cual quedé entre los 10 finalistas. De todos guardo un buen recuerdo pero sin duda haber ganado este concurso de la moto de Valentino es muy importante para mí como diseñador por todo lo que ha traído consigo.

¿Qué te comentó Valentino Rossi de la moto?

Lo primero me felicitó y me dijo que era un diseño “bello” y posteriormente en una entrevista junto con el director de motociclismo Augusto Moreno de Carlos, al cual estoy muy agradecido, me comentó que tanto para él como para Aldo Drudi su amigo y diseñador, fue la única idea original y la que realmente llamó su atención a primera vista.

La moto conseguida luce tu Escuela, ¿en qué proyectos trabajas ahora?

Ahora no tengo mucho tiempo para proyectos personales o concursos de este tipo pero tras el paso de Rossi de las filas de Honda a Yamahala revista Motociclismo me pidió una visión personal del diseño de la moto que pilotaría Valentino en el 2004, aunque aún está a la espera ver si lo utiliza en alguna carrera, no en todo el campeonato, ya que no era un diseño comercial sino algo más personal que trata la estética japonesa de los guerreros “samurai” pero eso es otra historia con un largo proceso de desarrollo al igual que la otra. A parte de esto la empresa italiana de cascos AGV se interesó en mí y me propuso presentarle diseños novedosos, diferentes, que no tengan nada que ver con lo que ya existe, y ahora, aunque poco a poco, estoy trabajando en ello.

¿Qué te parece el diseño gráfico que se hace en San Sebastián?

San Sebastián es una ciudad conservadora y el diseño que se realiza va enfocado en esa vía se quiera o no, es decir, muchas veces el cliente teme arriesgarse con algo nuevo, diferente y al final se vuelve a lo conservador. Falta un poco ampliar el foco de visión a cosas más novedosas. Otro punto importante es la falta de formación, hay “diseñadores gráficos” que se forman como técnicos para trabajar en imprentas y muchas veces desarrollan proyectos sin tener los conocimientos necesarios en cuanto a estética, arte, historia, teoría de la imagen, etc., cuando realmente ser diseñador no es sólo saber utilizar el ordenador que también es necesario como herramienta sino saber pensar, solucionar problemas, ser creativo, desarrollar conceptos e ideas, etc. que muchas veces se ven frenadas por ese conservadurismo pero en definitiva se hace un diseño correcto y bueno pero en muchos casos vacío.

¿Qué crees que puede potenciar el diseño que se realiza en San Sebastián y Gipuzkoa?

Por una parte tratar de salir de ese concepto tan clásico y conservador que existe y por otra parte incentivar el diseño, que se encuentra en un plano muy secundario, es decir, habría que promover actividades, becas, concursos de mayor nivel y por supuesto la ayuda económica y de medios para que los diseñadores jóvenes que nos estamos formando tengamos más oportunidades para crear nuestros estudios y no tener que irnos a Barcelona donde sí que se apuesta por el diseño y hay muchos más medios y ayudas.