Las productoras de aquí asumen proyectos poco arriesgados
Jose Mari Goenaga presenta estos días su ópera prima, "Supertramps", un largometraje que está nominado en la categoría de Mejor Película de Animación para los próximos Premios Goya.
Además, es socio de la productora donostiarra Moriarti y analiza en las próximas líneas cómo ve el sector audiovisual vasco.
-En breve se estrena su primer largometraje, la película de animación ´Supertramps´. ¿Cómo ha sido la experiencia?
La experiencia ha sido muy positiva. Creo que me ha servido como parte de un proceso de aprendizaje. Era un doble reto ya que para mí era mi primera experiencia en el mundo de la animación y en el mundo del largometraje. Afortunadamente he podido trabajar con gente experimentada, como Joanes Urkixo en el guión e Iñigo Berasategi en la dirección. Creo que el haber participado tanto en el guión como en la dirección me ha ayudado a conocer la historia a fondo, lo cual me ha dado más seguridad en la labor de dirección. Las dos fases se han contagiado, la una de la otra. Durante la escritura del guión debíamos tener en cuenta constantemente las cosas que se podrían hacer o no hacer, debido a las limitaciones técnicas o presupuestarias. Era un reto continuo el intentar contar una historia resultona, "esquivando" estas limitaciones.
Se habla del buen momento de la animación vasca. Sin duda, el sector existe y obtiene reconocimiento fuera de Euskadi. ¿Cuál es su punto de vista al respecto?
Yo creo que se puede hablar de una pequeña industria de animación en Euskadi, cosa que lamentablemente creo que aún no se puede decir de la imagen real. El Gobierno Vasco se ha dado cuenta de ello y ha creado una ayuda especial para proyectos de animación dentro de sus ayudas a la producción de proyectos audiovisuales. Creo que la industria se está consolidando, pero que aún no es una industria que ha llegado a su madurez. Sin embargo, se está siguiendo el buen camino. Cada película que se hace supone un nuevo paso hacia delante. Sobre todo en el 3D. Desde que se introdujo esta nueva técnica, ha habido que aprender muchas cosas, y yo creo que la producción en Euskadi en estos momentos está en esa fase de aprendizaje. Lógicamente, al principio se cometen errores, que en los siguientes proyectos se van perfeccionando. Hay que darle tiempo. Yo creo que es un poco como lo que pasó con el cambio del cine mudo al sonoro. En los años 30 se dio un proceso de adaptación al cine sonoro, y pasaron algunos años hasta que se llegó a dominar la nueva forma de hacer cine. De todos modos yo no soy un experto en animación. He llegado aquí un poco de rebote, ya que mi trabajo como director ha estado más centrado en los contenidos, y en ese sentido, mi trabajo no ha diferido tanto de trabajar con imagen real.
- ¿Qué necesidades existen? ¿Cómo se puede mejorar este mercado?
Creo que las ayudas públicas son de vital importancia. Sin embargo, creo que estas ayudas suelen estar muy centradas en proyectos concretos. Se apoya más la coyuntura que la estructura. Creo que estaría bien dedicar más dinero a ayudas para la adquisición de nuevos equipos. Invertir más en infraestructuras. Creo que estas ayudas tendrían un mayor efecto a largo plazo en el mercado.
Por otra parte, hace falta que se dediquen más medios a la promoción. Muchas veces se llega a duras penas a acabar un proyecto de estas características, y apenas quedan recursos para promocionarlo como es debido, lo que repercute en la taquilla final. En este sentido, creo que una televisión pública como ETB, debería echar el resto en ayudar en la promoción de estos proyectos.
- Es socio de la productora Moriarti, ¿A qué se dedican? ¿Cuáles son sus principales proyectos?
Moriarti nació con la intención de dotar al mercado audiovisual de contenidos. Poco a poco, la empresa ha ido evolucionando, y hemos entrado también en la producción audiovisual de cortometrajes ("Tercero B", "Sintonía") y documentales ("Sahara Marathon", "The dragon house"). Ahora mismo tenemos otro documental en fase de preproducción. Pero hemos dejado de atender la demanda de contenidos. Hacemos guiones para vídeos corporativos, contenidos para internet, etc. Somos una empresa joven, y en este sentido intentas agarrarte a todo en lo que vemos que tenemos algo que aportar.
- ¿Cómo ve la situación de las productoras en Donostia, una ciudad que apuesta por la producción cultural?
Tengo la sensación de que en Donostia, y en Euskadi en general existe una gran dependencia de las productoras con ETB. Es comprensible, ya que es una lucha muy dura mantener una empresa, sin algo que te aporte algo fijo cada mes. Si te metes en un proyecto de largometraje, puedes estar dos años trabajando en él sin saber si va a dar frutos.
Sin embargo, creo que ETB es un arma de doble filo, ya que por un lado permite a muchas productoras que sigan en marcha, pero a la vez hace que estas productoras asuman proyectos poco arriesgados. Las productoras se vuelven muy funcionariales.
Por otro lado, creo que siendo Donostia una ciudad eminentemente cultural, esto no se refleja suficientemente en el sector audiovisual. Pero no creo que esto sea sólo culpa de las productoras. Creo que hay empresas en Donostia (agencias de publicidad, organizadores de eventos, etc.), que no tienen fe en la capacidad de las empresas de aquí y recurren a productoras de Madrid o Barcelona para hacer ciertos trabajos. A veces esto puede estar justificado, dado que estas productoras tienen un mayor know-how y están ubicadas en ciudades con mejores servicios (Laboratorios, empresas de alquiler de cámaras, etc.), empresas que una ciudad del tamaño de Donostia tal vez no se pueda permitir tener. Sin embargo existen muchos proyectos fácilmente asumibles por empresas productoras de aquí, y que sin embargo, son realizados por productoras de fuera.
- Próximos proyectos en cine...
Como ya he comentado antes, estamos en fase de preproducción de un documental. Se trata de un documental sobre la persona de Lucio Urtubia, un anarquista de Cascante (Navarra) que, a finales de los setenta, consiguió estafar al First National Bank (ahora Citibank) 3.000 millones de pesetas de la época, para invertirlo en las causas en las que él creía. Y lo hizo sin dejar nunca su oficio de albañil. Creemos que es un personaje a reivindicar y que no es lo suficientemente conocido por aquí. Por otro lado, tenemos un cortometraje, titulado "Sintonía" en fase de post-producción.