Has sido elegida recientemente presidenta del Colegio de Enfermería de Gipuzkoa. ¿Cuáles van a ser los principales ejes de tu mandato?

Nuestro principal objetivo es acercar el Colegio a sus colegiados, porque este espacio les pertenece. Queremos que sientan que el Colegio está aquí para ellos, escuchando sus necesidades y poniendo en práctica aquellas acciones que realmente marquen una diferencia en su día a día. También nos proponemos acercar el Colegio a toda la provincia, promoviendo un sentido de pertenencia y comunidad en cada rincón de Gipuzkoa. La transparencia en todas nuestras actuaciones será una prioridad absoluta, porque creemos firmemente en la claridad y la honestidad en nuestra gestión. Finalmente, trabajaremos para que nuestra profesión reciba el reconocimiento y la relevancia que merece en el sistema de salud, visibilizando la labor esencial de la enfermería en el bienestar de la sociedad.

Aunque llevas poco tiempo formando parte de la Comisión Permanente del Consejo Social, ¿cuáles han sido tus primeras impresiones sobre sus objetivos y funcionamiento?

Mis primeras impresiones en la Comisión Permanente del Consejo Social han sido muy positivas. He encontrado un grupo de personas comprometidas, realmente enfocado en crear políticas que favorezcan el desarrollo social y económico de Donostia. Me ha impresionado la disposición que tienen para el diálogo y el trabajo en equipo, algo que considero fundamental para lograr avances reales y sostenibles. Aunque aún me queda mucho por aprender, me siento muy motivada y agradecida de poder aportar mi granito de arena en este proyecto.

Desde un punto de vista personal, ¿cómo ves la ciudad?

Aunque soy de Irun, para mí Donostia siempre ha sido mucho más que la capital de Gipuzkoa; es la ciudad donde estudié en la universidad, donde trabajo actualmente y donde he pasado momentos muy buenos. Siento una gran conexión con Donostia y siempre la he tenido como una referencia cercana y querida. Sin embargo, como todos sabemos, enfrenta algunos problemas importantes, especialmente en temas de vivienda, con precios cada vez más altos y el impacto del turismo, que afecta la disponibilidad y accesibilidad de los espacios para quienes viven aquí. Aun así, Donostia sigue siendo una ciudad con un encanto único y un lugar muy especial para mí.

¿Qué aspectos mejorarías?

Donostia es una ciudad preciosa y un lugar donde realmente se vive bien; ofrece una calidad de vida excepcional que todos apreciamos. Sin embargo, como en cualquier ciudad, hay áreas en las que se puede seguir mejorando. El acceso a la vivienda es uno de los mayores desafíos, así como asegurar un entorno seguro para todos. También es importante seguir fortaleciendo el tejido social y dar apoyo a las personas con discapacidad y a nuestros mayores, para que todos se sientan parte activa de la comunidad. Son tantos los campos en los que hay trabajo por hacer, y estoy segura de que  ya se está avanzando.