
"Si queremos fomentar el talento local y atraer el externo, debemos cuidar a la persona que hay detrás de ese talento"
Licenciado en Informática, Aitzol Ezeiza trabaja en la UPV/EHU desde 1997. Comenzó como becario en el servicio de TIC y más tarde se incorporó al grupo de investigación IXA. Actualmente es profesor agregado en el departamento de Ingeniería de Sistemas y Automática de la Escuela de Ingeniería de Gipuzkoa, y dirige el área de Emprendimiento, Empleabilidad y Transferencia del Campus de Gipuzkoa. “Me siento como un informático atrapado en el mundo de la ingeniería industrial”. Es además miembro de la Comisión Permanente del Consejo Social de Donostia / San Sebastián.
Como docente, ¿qué aspectos de tu trayectoria destacarías?
Intento contagiar a mi estudiantado la pasión que siento por la informática, en la medida de lo posible. Ser profesor universitario me da una gran libertad para abordar distintos tipos de trabajos y proyectos sin necesidad de cambiar de puesto, y eso es algo que valoro mucho. Afronto con entusiasmo nuevos retos. Además, el contacto con el estudiantado me motiva, me permite explorar nuevos ámbitos y fomentar el espíritu emprendedor entre los y las estudiantes.
Recientemente has sido nombrado director de Emprendimiento, Empleabilidad y Transferencia del Campus de Gipuzkoa. ¿Qué te llevó a aceptar el cargo?
Estoy convencido de que nuestro alumnado va a transformar el mundo. En la UPV/EHU, nuestra “clientela” es la sociedad vasca, y nuestra misión es formar personas dispuestas a contribuir a ella. Por eso, junto a la profesora Nora Barroso, les ayudamos a aprender a buscar empleo desde nuestras asignaturas, impulsándoles también en sus Trabajos de Fin de Grado y en las prácticas para que desarrollen su confianza y presenten ideas innovadoras. En los últimos años también he colaborado con varias empresas a través de las Aulas Universidad-Empresa-Sociedad, y cuando Juana Goizueta, vicerrectora del Campus de Gipuzkoa, me propuso esta responsabilidad, vi una gran oportunidad para extender ese entusiasmo a otras áreas de conocimiento. Así como necesitamos ingenieras e ingenieros capaces de cambiar el mundo, también necesitamos psicólogas, educadores sociales, abogadas… con ese mismo potencial transformador.
¿Crees que la UPV/EHU está respondiendo a los desafíos actuales de la sociedad?
La verdad es que no resulta fácil medir el impacto que tienen las universidades en la sociedad. Pero conozco la casa por dentro y puedo decir que, en todos los ámbitos, hay personas trabajando con gran compromiso por el bien común. En la UPV/EHU somos muchos los que nos implicamos a fondo, y prueba de ello es que, a pesar de ser un territorio pequeño, nuestra universidad aparece con frecuencia como referente en escenarios internacionales. Aun así, tenemos el reto de hacer visible ese esfuerzo ante la sociedad. El compromiso está, la capacidad también; ahora toca dar un paso más: conectar con la ciudadanía y afrontar juntos los retos que nos preocupan.
¿Y qué opinas de Donostia? ¿Cómo ves la ciudad?
Donostia es mi ciudad, y le tengo mucho cariño. Tenemos proyectos muy interesantes en el ámbito tecnológico, como el de Computación Cuántica o la Unidad de Protonterapia. Además, el campus está integrado en la ciudad, lo cual la enriquece enormemente. Sin duda, Donostia es una ciudad privilegiada, como siempre se ha dicho, pero me da miedo que se convierta en demasiado privilegiada.
¿Qué aspectos crees que deberían mejorar?
Sé que no es fácil, pero creo que deberíamos replantear el modelo de ciudad. Me preocupan especialmente el acceso a la vivienda y la situación del comercio local. Debería ser más accesible abrir un negocio en la ciudad, lejos de los grandes centros comerciales. Les pedimos a nuestros estudiantes que sean valientes, que desarrollen ideas innovadoras y creen nuevos modelos de empresa. Pero, ¿dónde van a desarrollar su actividad? ¿Dónde vivirán mientras se forman o cuando quieran arrancar su proyecto? Si queremos fomentar el talento local y atraer el que viene de fuera, debemos cuidar a la persona que hay detrás de ese talento.