El Consejo Social y el Plan Estratégico son dos herramientas de gran relevancia porque, a través de ellos, la ciudadanía puede influir en las políticas municipales
Daniel Zulaika, el que fuera coordinador autonómico del Plan Contra el Sida, y la presidenta del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa (COEGI), Pilar Lekuona, han sido nombrados recientemente presidente y vicepresidenta del Consejo Social, respectivamente.
Desde la Oficina de Estrategia de Donostia / San Sebastián hemos hablado con ambos para saber cómo afrontan esta nueva etapa y conocer cuáles son los principales retos del máximo órgano consultivo de la ciudad, entre otras cuestiones.
Prácticamente ambos os acabáis de estrenar al frente del Consejo Social de la ciudad. ¿Cómo afrontáis esta nueva etapa?
DANIEL: Con ilusión y un poco de vértigo. Es muy diferente estar como un miembro más del Consejo a tener la responsabilidad de coordinar su funcionamiento. Sin embargo, haber estado cuatro años en la institución me ha permitido conocer su funcionamiento. Además, contar con la experiencia y la colaboración de Kepa Korta y de las profesionales de la Oficina de la Estrategia da mucha seguridad y tranquilidad.
PILAR: Con ilusión y muchísimas ganas de trabajar y de formar parte de este órgano consultivo de la ciudad. Con ilusión, porque el Consejo aglutina a una amplia representación de la ciudadanía, personas muy interesantes que abarcan muchísimos ámbitos de la ciudad. Para mi es, sin duda, un reto de aprendizaje el poder tratar todos los temas que se planteen al Consejo. Estamos para trabajar, para recoger todo lo que sus integrantes nos transmiten y poder trasladarlo fielmente.
Desde vuestras propias experiencias y conocimientos, ¿qué creéis que podéis aportar?
DANIEL: A lo largo de mi vida profesional me ha tocado poner en marcha y coordinar diferentes proyectos, algunos de ellos complejos, con problemáticas nada sencillas y con participación de colectivos sociales. Yo creo que esa experiencia es la que puedo aportar. Por otra parte, siempre trato de ver el lado positivo de las cosas, de sumar, de buscar consensos, … lo que suele ayudar en estos casos.
PILAR: Mi ámbito es sociosanitario. Desde el punto de vista social y sanitario creo que puedo aportar una visión más cercana y humana del ciudadano al formar parte de una profesión como Enfermería, la profesión sanitaria más numerosa y cercana a las personas, que no solo está presente en el ámbito hospitalario, sino que es transversal a todos los ámbitos de nuestra sociedad. Como representante del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa, me gustaría recordar que nuestra principal misión, con respecto a la sociedad, es la de velar por la seguridad y por unos cuidados de calidad para la ciudadanía.
¿Cómo definiríais la importancia de la existencia de un órgano de estas características y del plan estratégico?
DANIEL: El Consejo Social y el Plan Estratégico son dos herramientas de gran relevancia para Donostia, ya que a través de ellos la ciudadanía puede influir en las políticas municipales. Y son un camino de ida y vuelta. Por una parte, recibimos información y, por otra, podemos aportar propuestas a los proyectos municipales.
PILAR: Con respecto al Plan Estratégico, considero que es fundamental para poder trabajar con objetivos claros y específicos, con una hoja de ruta en la que poder centrar los próximos cuatro años. Es cierto que la existencia de un órgano de estas características con la cantidad de personas que la integran y de todos los ámbitos sociales, económicos, educativos, sanitarios etc. es muy importante. Que exista un órgano de este tipo teniendo en cuenta quienes lo integran creo que es muy importante para la gobernanza de una institución como el Ayuntamiento y que, incluso, todavía podrá tener más fuerza incluso.
La realidad, sin embargo, es que la ciudadanía en general no conoce el funcionamiento del Consejo Social y el proceso de elaboración de la Estrategia de la ciudad. ¿De qué forma se puede acercar esa labor y fomentar la participación ciudadana?
DANIEL: Efectivamente, que la ciudadanía conozca el Consejo y la Estrategia es una asignatura pendiente. Es menor en el caso de la Estrategia 2020 y 2030 donde se ha hecho un importante esfuerzo para explicar y transmitir sus objetivos. En el caso del Consejo Social creo que tenemos todavía un camino para recorrer. Y siendo conscientes de ello daremos los pasos necesarios.
PILAR: Desde las primeras reuniones que hemos tenido con este nuevo Consejo es una de las cuestiones que ha surgido: cómo llegar a informar y comunicar a todas las y los ciudadanos que existe este órgano, cuál es su funcionamiento y dar a conocer su labor. Con todo el trabajo que se hace en el Consejo Social -junto con la Oficina de Estrategia de San Sebastián-, creo que es necesario fomentar que se conozca entre la ciudadanía (representada a su vez en el Consejo), porque lo que allí se debate es muy importante. Indudablemente, hace falta darle visibilidad al Consejo e incluso al propio Plan Estratégico para que la ciudadanía conozca qué se está trabajando concretamente. Siendo la legislatura tan corta y con tantas cosas por hacer, considero importante que sepan por qué se decide hacer unas cosas y no otras.
En cuanto al cómo, utilizando los canales apropiados de difusión externos y visibilizando el trabajo que hace el Consejo Social y quiénes son sus integrantes y de qué ámbito. A partir de ahí, podría ser interesante incluso que las personas/entidades que no formen parte del Consejo puedan tener un “buzón”, un lugar al que hacernos llegar sus sugerencias.
Y en este contexto, ¿cómo valoráis la participación de los diversos agentes de la ciudad?
DANIEL: En los años que llevo en el Consejo Social se han generado debates en torno a cuestiones muy diferentes y se han realizado aportaciones muy buenas. Dentro del Consejo hay miembros con gran experiencia y que conocen muy bien diferentes aspectos de la realidad de la ciudad, y a los que habría que aprovechar más. Y quiero recalcar que en el Consejo Social hay más de 70 representantes de los diferentes ámbitos de la ciudad, es decir hay una amplia representación.
PILAR: Magnífica. Los agentes que participan lo hacen con mucho rigor, con ganas de trabajar y de sumar. Por ello creo que a este órgano se le debería dar algo más de valor a la hora de tomarse las decisiones en el Ayuntamiento.
La visión del plan actualmente en vigor aborda el futuro de la ciudad desde la perspectiva de una ciudad cohesionada, amigable con la edad, bien conectada, que genera riqueza ligada a la I+D+i, referente internacional en Ciencia y Tecnología, en las actividades ligadas a la Cultura y a la Economía Creativa. Una ciudad abierta, dinámica, acogedora, donde merece la pena vivir y disfrutar y que es un modelo de sostenibilidad desde el punto de vista ambiental, social y económico.
Precisamente, durante el Pleno de Política General, el alcalde de la ciudad, Eneko Goia, señaló que para lograr estos objetivos el trabajo junto al Consejo Social va a ser indispensable.
¿Compartís esa visión y creéis que son objetivos alcanzables? ¿Cómo valoráis el trabajo realizado hasta la fecha por parte del Consejo Social y en qué va a cambiar?
DANIEL: Totalmente, y creo que los objetivos que señala el alcalde son alcanzables, sobre todo porque no partimos de cero, hay un trabajo previo y una dinámica de muchos años y de muchas personas implicadas.
Desde hace cuatro años en que me incorporé al Consejo hemos hablado sobre los temas reales que preocupan a la ciudadanía, tratamos de conocer y adelantarnos a los problemas o situaciones que tendremos dentro de 10 años … Y quiero destacar que en todas las sesiones he aprendido algo nuevo: un dato, una idea, una reflexión. Se está haciendo un gran trabajo y yo soy un firme defensor de ambas instituciones.
¿Y en qué va a cambiar? Hemos empezado a trabajar en tres ejes. El primero sería dar un mayor dinamismo al Consejo, tanto en los contenidos como en la forma de trabajar. Estamos reflexionando sobre el propio Consejo, áreas de mejora, estrategias de comunicación,….
En segundo lugar, y como no es posible tratar toda la compleja problemática de la ciudad a la vez, nuestra idea es centrarnos en tres o cuatro temas concretos, aquellos que nos parezcan por algún motivo, de especial relevancia para la ciudadanía. Inicialmente hemos considerado tres: el tema de los barrios, el envejecimiento y cómo afrontar el cambio climático. Con ello intentamos ser más operativos y eficientes.
Finalmente, estamos estableciendo una planificación para las reuniones de estos próximos cuatro años, basándonos en lo que se ha hecho el período anterior y viendo si los temas tratados se mantienen, si hay que cambiar su enfoque, o si debemos dar paso a otros nuevos, o si la forma de hacerlo es la más adecuada.
PILAR: Sí comparto esa visión y considero que, si bien no será algo inmediato sino fruto del trabajo conjunto de muchos agentes y de la voluntad política, son objetivos alcanzables.
Te diría que en estos momentos, lo que más nos preocupa como Consejo Social es el envejecimiento, el mercado laboral para las nuevas generaciones y la necesidad de una integración plena de las personas que llegan de fuera que, de hecho, van a ser imprescindibles en muchos sectores de actividad. A ello se suma que el envejecimiento de la población hace que se planteen nuevos retos para los barrios, con una visión más equilibrada en el día a día (analizando necesidades de servicios públicos, infraestructuras de cada barrio, la relación entre las personas que viven allí, etc.).
Todas estas líneas son las que vamos a tratar de trabajar mediante el plan estratégico: el envejecimiento, lo que nos preocupa de la juventud, el relevo generacional y la inclusión-integración de la población inmigrante (menores y adultos). Además, por supuesto, de todo lo que hace referencia a la emergencia derivada del cambio climático en el que estamos inmersos.
¿Cómo os imagináis las ciudades del futuro? ¿Y cómo o gustaría que fuera Donostia en 2030?
DANIEL: Yo creo que las ciudades, sobre todo las más grandes, se habían transformado en entornos muy hostiles para las personas. El coche se había convertido en el rey, con todo lo que conlleva: contaminación, ruidos, atascos, falta de espacios para pasear las familias, los niños, …. Estamos asistiendo a una transformación en la que, por decirlo de una manera gráfica, el coche está perdiendo sus prerrogativas en beneficio del ciudadano de a pie. Se peatonalizan las ciudades, se promueve la utilización de las bicicletas, …. Todo esto ha cambiado en gran medida el paisaje urbano y cambiará todavía más. En resumen, las ciudades del futuro serán más humanizadas.
Donostia, por su parte, seguirá siendo una ciudad muy bonita. Habrá más oportunidades para los jóvenes, la inclusión de los nuevos donostiarras continuará avanzando con paso firme, habrán disminuido las diferencias entre los barrios, tendremos un tren de alta velocidad que abrirá la ciudad a un mundo nuevo…. Pero la ciudad también estará más envejecida.
PILAR: En línea con lo anterior, me las imagino como ciudades muy humanas, con barrios que ofrezcan soluciones a las personas que los habitan intentando abordar las necesidades particulares de cada ciudadana y ciudadano, para garantizarle la mejor calidad de vida posible.
En cuanto a Donostia en 2030, me gustaría que fuera una ciudad cohesionada, abierta, multicultural, sostenible y moderna. Una Donostia sostenible que afronte la situación de emergencia climática en la que estamos y que cuide y vigile de la buena salud y la calidad de vida de sus ciudadanos: con buenos accesos y comunicaciones, con mucha población joven y, te diría, menos consumista.
En definitiva: que tuviésemos más juventud, que fuera una ciudad más cohesionada con sus personas mayores e integrando también más a otras culturas.
Pero, sin embargo, la realidad es que tiene varios retos a los que hacer frente. Cuáles son, en vuestra opinión, los principales “deberes” de nuestra ciudad.
DANIEL: Son retos formidables y de gran calado. Al ya señalado del envejecimiento, podemos añadir, el descenso de la natalidad, la integración social de la población inmigrante -que son los nuevos donostiarras- el futuro del pequeño comercio, la carestía de la vida, la enorme cantidad de residuos que seguimos generando, el relevo generacional en el campo de la gastronomía…. La verdad es que son desafíos que nos van a obligar a todos a exprimirnos las neuronas.
PILAR: Debe apostar por un modelo demográfico en el que se fomente la natalidad y que dé a los jóvenes soluciones de vivienda, conciliación familiar, y que les ayude en definitiva a que se puedan independizar en su territorio.
También, la inclusión de las personas inmigrantes que, además, van a ser imprescindibles para poder responder a las necesidades de sectores de cuidados, industria y servicios.
Con respecto al cambio climático, se debería hacer un plan de adaptación, en el que estamos trabajando todos, en la estrategia Clima 2050. Un plan que tendría que abordar de entrada la sensibilización a la ciudadanía sobre lo que supone para nosotros el cambio climático.
Demografía y emergencia climática son dos temas de verdadera urgencia.
Ambos venís del mundo de la salud. ¿Donostia goza de buena salud? ¿Qué aspectos mejorarías del ámbito sanitario en nuestra ciudad (si es que mejoraríais algo)?
DANIEL: La asistencia sanitaria en Donostia, al igual que en el resto de Gipuzkoa y de Euskal Herria es de notable muy alto. Y de eso te das cuenta cuando viajas a otros países y a otras comunidades. Somos unos privilegiados, aunque en este campo no podemos ser conformistas, siempre hay áreas de mejora.
PILAR: Goza de buena salud, de infraestructuras sanitarias, de tener un hospital de referencia como tenemos, centros privados, consultas... Vivimos, creo, en una ciudad muy cómoda desde el punto de vista de los servicios sanitarios. Goza de buenos servicios, de buena salud y contamos con una muy buena calidad de vida.
Quizás por mejorar algo, y aunque esto no sea competencia municipal propiamente dicha, diría que faltan enfermeras y médicos para abordar los problemas de salud que tenemos en la sociedad hoy en día. Faltan profesionales que salgan a la calle, a atender a los ciudadanos en sus domicilios, en sus entornos. Hace falta más atención domiciliaria que, además, redundaría en menos ingresos hospitalarios, urgencias, etc.
También apostaría por una mayor cercanía de los social y lo sanitario.
¿Una ciudad/pueblo en la que mirarnos?
DANIEL: La verdad es que es muy difícil encontrar una ciudad con tantos atractivos. Hay muchas ciudades que tienen aspectos concretos de gran interés y de los que tenemos que aprender y tomar nota, pero un conjunto como nuestra ciudad es difícil de encontrar. Y eso lo dicen los que nos visitan.
En este contexto me gustaría destacar también que cuando he preguntado, por ejemplo, a amigos que vienen a visitarnos, o a conferenciantes que invitamos a dar una charla, qué es lo que más les ha gustado de la ciudad, dos respuestas que se repiten son la amabilidad de gente y la limpieza de la ciudad. Cuando uno esperaría que hicieran referencia a la belleza de la ciudad –el marco incomparable- o de la gastronomía. Y eso es importante.
PILAR: No tengo ninguno en concreto. Sí es cierto que miraría a un pueblo en el que todo esté más cohesionado, sin muchas diferencias culturales ni económicas y que todos tuviéramos las mismas oportunidades.
Existen tales diferencias en nuestra propia ciudad. Los pobres son cada vez más pobres y los ricos son cada vez más ricos, y creo que una ciudad como Donostia esto lo debería de evitar.